viernes, 31 de mayo de 2013

La buena suerte

Como decía una gran persona que me enseñó hace años algo más que una simple asignatura,

"De nada sirve afirmar algo si no eres capaz de argumentarlo y defenderlo"

Me apasiona mi carrera. Estudio Psicología, a exámenes de acabar primero. Aunque aun es pronto, considero que es una carrera maravillosa, y que es el tipo de carrera que o lo das todo o no eres nada.
Muchos pensarán que es una carrera sin salidas, fácil y ocupada por demasiada gente. Quizás tengan parte de razón, que una persona que acabe no tenga el trabajo esperándole a los pies de su casa, o que en estos últimos años se haya producido el boom de la psicología y muchísima gente se haya matriculado en ella. Y sí, puede ser fácil si te limitas a aprobar o a sacar una media notable. No voy a entrar en discusión sobre que carreras son más fáciles o difíciles, es evidente que algunas requieren más tiempo y más esfuerzo en ciertas áreas que otras, o ciertas capacidades que otras carreras no requieren. Hay de todo. Soy del tipo de persona que opina que cada cual tiene su vocación, y que el mundo necesita profesionales cualificados en todos los ámbitos.

La palabra clave de esta pequeña introducción a mi blog probablemente sea profesionales. Creo firmemente que existe un número demasiado elevado de personas que finalizan sus estudios y que, a pesar de haber estado trabajando en lo suyo durante años, siguen sin poder llamarse verdaderos profesionales.

Pienso que la principal causa de esto se debe al poco interés e ilusión que muestran las personas por lo que hacen. Creo que mucha gente se mete en cualquier cosa y se basa en perseguir una gran meta, el aprobar. Aprobar y ya está. Aprobar para conseguir un título, para poder empezar a trabajar y poder ganar dinero lo antes posible. Que está muy bien. Yo, y todos, necesitamos trabajar para comer, es una realidad. Pero eso no exime de importancia al hecho de aprender. Aprender de verdad. Creo que hoy en día el adquirir conocimientos y buscar el ser un buen profesional queda en un segundo plano.

Muchos me dirán que es muy fácil hablar de ilusión y de querer aprender cuando se está haciendo lo que quiere y lo que te gusta. Y sí, es cierto, es fácil ilusionarse cuando uno hace lo que quiere. Pero veo constantemente personas que "hacen lo que quieren" y no muestran interés ninguno, o simplemente se conforman con conocer lo que se les exige. También hay mucha gente que realmente no está donde debería estar, y ya no pueden hacer nada para cambiarlo. Podría llegar a entender un poco más esta situación. Pero creo que el que esa persona esté donde esté ha sido una elección personal, basada en los motivos que sean (dinero, expectativas de trabajo, influencias...). Pienso que si han elegido aquello, sea por lo que sea, y aunque no les guste, habrá sido la mejor opción entre las peores de las que disponía. Y si es así, debería aprovecharla. De la forma que sea. En caso contrario realmente pienso que se ha equivocado y que los motivos que lo llevaron a esa situación no valían realmente la pena. De todo se puede sacar algo bueno, incluso de lo que no nos gusta.

Pero bueno, aunque tiene mucho que ver, hoy no es el día en el que hable de esto, hoy tan solo quiero dar entrada a lo que será mi intención de progreso y de ser más de lo que se espera.

Con este blog pretendo fomentar mi capacidad de opinión, de redacción y de argumentación. No me importa si es leído o no (aunque siempre se agradece), lo que me importa es ser capaz de dar mi opinión con seguridad sobre temas de interés relacionados con la Psicología, además de ir practicando un poco el redactar artículos con un mínimo de seriedad y fundamento.

Quizás no sea demasiado, pero considero que es un paso más hacia lo que podría ser el superarme a mi misma. Y lo tengo muy claro, quiero ser una buena profesional. Esa es mi principal meta, aunque al salir por las puertas de mi facultad me encuentre con un puesto de trabajo que nada tenga que ver con lo mio. Al menos, podré decir, orgullosa y sin problemas, que he disfrutado aprendiendo,  y que a pesar de no haber logrado finalmente trabajar de lo mio, me he esforzado por conseguir lo que quiero.

De todas formas, creo que es momento de decir que soy del tipo de personas que cree que la buena suerte no aparece de la nada. La buena suerte te la creas tu mismo. Y eso me lo enseñó un gran profesional.